domingo, 19 de junio de 2011

Día del Padre

El  origen del Día del Padre surge el 19 de junio de 1909 en Estados Unidos cuando una mujer llamada  Sonora Smart Dodd quiso homenajear a su padre, Henry Jackson Smart, veterano de la guerra civil, quien se convirtió en viudo cuando su esposa murió en el parto de su sexto hijo. Henry Jackson se hizo cargo de la educación de seis niños. Sonora Smart consideró que su padre había sido todo un ejemplo a seguir y propuso la fecha de su nacimiento, el 19 de junio, para celebrar el Día del Padre. En 1966 el presidente Lyndon Johnson firmó una proclamación que declaraba el tercer domingo de junio como día del padre en Estados Unidos.
En la mayor parte de los países en América Latina, se celebra el tercer domingo de junio. También Japón, Irlanda, Pakistán, Ghana, India, Reino Unido, Zimbabue, entre otros tantos de otros continentes. En total son más de 50 países los que hoy festejan el Día del Padre. En Argentina, se festejó por primera vez el 24 de agosto de 1958, en honor a José de San Martín, llamado "Padre de la Patria". Pero luego se lo cambió al tercer domingo de junio, que es cuando se festeja actualmente.
En los últimos 20 años el rol de padre de familia se ha transformado poco a poco. Para el psicólogo clínico Humberto Guajardo Acuña, ”el prototipo que conocíamos del padre que imponía y mandaba ya no existe, ya no se tiene ese referente histórico”. Señala que a partir de la sensibilización que se ha logrado entre los hombres, se ha comenzado a entender que los padres no únicamente pueden ser proveedores de la familia, sino que también pueden ocupar un papel importante en el aspecto emocional y sobre todo, en el cuidado y la educación de los hijos. Puede considerarse, dijo, que los padres de hoy en día están en una situación intermedia, en la que no saben cómo cumplir con ese rol sin llegar a sentirse menos o manipulados o por el contrario, logren satisfacer esa necesidad de afecto y sentirse queridos. El psicólogo clínico señala que esta situación desde luego está creando conflictos al interior de la familia, pues mientras que el hombre se está esforzando por incluirse más en la atención, el cuidado y la protección de los hijos, algunas mujeres no han aceptado esta nueva realidad e incluso han llegado a sabotearla. En otros casos, hay mujeres con inteligencia que han valorado la sensibilidad del hombre y se han involucrado positivamente en la transformación de su rol, de manera que hasta lo van guiando en el desarrollo de las tareas y responsabilidades cotidianas.  A consideración del especialista, el padre de familia se enfrenta a una situación cultural difícil para la cual no está diseñado, de ahí la importancia de ir generando una actitud de adaptación.


         

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